Tabla de Contenido
Cerinza, ubicado en el departamento de Boyacá, es considerado uno de los pueblos más fríos de Colombia, situado a aproximadamente 2,600 metros sobre el nivel del mar, este municipio boyacense experimenta temperaturas que pueden descender hasta los –5 °C, especialmente en las madrugadas de los meses más fríos.
Cerinza es un pueblo con una rica historia colonial, reflejada en su arquitectura tradicional, con calles empedradas y casas de tejas rojas que contrastan con el frío clima de la región, la economía del pueblo se basa en la agricultura, con cultivos como la papa, la cebolla y la zanahoria, adaptados a las bajas temperaturas.
Además, Cerinza es conocido por su devoción religiosa, siendo un destino de peregrinación debido a su iglesia dedicada a San Laureano, su santo patrono, las festividades religiosas son importantes para la comunidad y reflejan la identidad cultural del pueblo.
El pueblo MÁS frio de COLOMBIA | CERINZA, BOYACÁ | Pao Pineda
CLIMA Y TURISMO
El clima frío de Cerinza atrae a visitantes que buscan experimentar las temperaturas más bajas de la región y disfrutar de su belleza natural, rodeado de imponentes montañas y páramos, este pueblo no solo es un refugio para quienes aman el clima gélido, sino también un ecosistema vital, ya que sus fuentes hídricas abastecen a gran parte del altiplano cundiboyacense, la neblina que frecuentemente cubre el paisaje le da un aire místico y lo convierte en un destino perfecto para los amantes de la fotografía, el senderismo y la tranquilidad.
Cerinza, además de su clima extremo y su arquitectura pintoresca con casas de adobe y techos de teja, es un lugar lleno de historia, tradiciones y rincones fascinantes por descubrir.
Sus calles empedradas conservan la esencia de un pueblo donde el tiempo parece transcurrir con calma, mientras que su gente, cálida y hospitalaria, mantiene vivas las costumbres ancestrales, algunos de sus lugares más emblemáticos, como la icónica Iglesia de San Laureano, un símbolo de la devoción local, y su enigmático cementerio, situado en una colina desde donde se puede admirar una vista panorámica del pueblo.
Este camposanto, con tumbas antiguas y lápidas cargadas de historia, es un reflejo del arraigo cultural y la memoria de las generaciones que han habitado Cerinza a lo largo del tiempo.
Los habitantes de Cerinza, que han vivido durante generaciones bajo estas bajas temperaturas, han aprendido a adaptarse al clima de una manera única, las casas tradicionales están construidas para retener el calor, con techos inclinados y chimeneas de leña que son comunes en la región.
Además, los residentes están acostumbrados a las inclemencias del tiempo, y en los meses de invierno, las lluvias y niebla son bastante frecuentes, lo que hace que el ambiente sea aún más misterioso.
EL CORAZÓN DEL PUEBLO
La Plaza Principal de Cerinza es el epicentro de la vida social y cultural del pueblo, es un lugar que conserva el diseño característico de los municipios boyacenses, con un amplio espacio abierto rodeado de construcciones coloniales, calles empedradas y un ambiente apacible.
Es común ver a los habitantes reunidos en las bancas de la plaza, disfrutando de la tranquilidad del lugar mientras conversan o simplemente observan la vida pasar.
La plaza es un punto de referencia tanto para los locales como para los visitantes, ya que desde allí se pueden ubicar otros sitios emblemáticos del municipio, además, en sus alrededores se encuentran pequeños comercios, tiendas tradicionales y restaurantes donde se pueden degustar productos típicos de la región, como la mazamorra chiquita, los tamales boyacenses y el pan de trigo.
Uno de los atractivos más interesantes de la plaza es la organización de eventos y ferias locales, durante las festividades patronales en honor a San Laureano, el ambiente se transforma con actividades culturales, muestras gastronómicas, danzas folclóricas y música tradicional, estas celebraciones refuerzan el sentido de comunidad y permiten a los visitantes sumergirse en las costumbres del pueblo.
Otra característica especial de la Plaza Principal es su cercanía a espacios naturales, ya que Cerinza, al estar rodeado de montañas y páramos, ofrece un contraste visual impresionante entre la arquitectura colonial y la exuberancia del paisaje andino.
IGLESIA DE SAN LAUREANO
Ubicada en un costado de la Plaza Principal, la Iglesia de San Laureano es uno de los principales patrimonios religiosos y arquitectónicos de Cerinza, su construcción data de la época colonial y ha sido restaurada a lo largo del tiempo para preservar su estructura y mantener su valor histórico.
La iglesia tiene una fachada imponente, elaborada en piedra tallada, que le da un aspecto sobrio y majestuoso, su torre campanario, que se eleva por encima del pueblo, es uno de los elementos más representativos y visibles desde distintos puntos de Cerinza, en su interior, el templo cuenta con un diseño sencillo pero acogedor, con paredes blancas, techos altos y detalles en madera que le otorgan un ambiente rústico y tradicional.
El altar mayor es una de las piezas más destacadas de la iglesia, con un retablo de madera tallada y dorada que resalta en medio de la decoración sobria del lugar, en él se encuentra la imagen de San Laureano, el santo patrono del pueblo, a quien los habitantes veneran con gran devoción.
Cada año, el 10 de agosto, se celebra la festividad de San Laureano, una de las fechas más importantes para los cerinzanos, durante esta celebración, se realizan misas solemnes, procesiones por las calles del pueblo y actividades religiosas que congregan a la comunidad.
Además, la fiesta se complementa con eventos culturales, ferias gastronómicas y espectáculos de música y baile típicos de Boyacá.
La iglesia también es un lugar que guarda historias y tradiciones, se dice que algunos habitantes han presenciado fenómenos inexplicables en su interior, lo que ha generado diversas leyendas y relatos sobre la espiritualidad del templo.
EL CEMENTERIO DE CERINZA
El cementerio de Cerinza es uno de los lugares más enigmáticos y representativos del pueblo, ubicado en una colina, este camposanto ofrece una vista panorámica impresionante del municipio y de los paisajes montañosos que lo rodean, su ubicación elevada no solo le da un aire solemne, sino que también refuerza la conexión entre la historia del pueblo y sus tradiciones funerarias.
A diferencia de los cementerios modernos, el de Cerinza conserva un estilo tradicional, con lápidas de diferentes épocas, mausoleos de piedra y cruces de hierro forjado, muchas de las tumbas pertenecen a familias que han vivido en el pueblo por generaciones, y algunas lápidas tienen inscripciones antiguas que cuentan fragmentos de la historia local.
Más allá de su función como lugar de descanso, el cementerio de Cerinza está rodeado de historias y leyendas transmitidas de generación en generación, algunos habitantes aseguran haber visto sombras o luces misteriosas en las noches más frías, lo que ha dado origen a relatos sobre presencias espirituales que aún deambulan por el lugar.
Uno de los mitos más conocidos es el de una mujer vestida de negro que, según cuentan, aparece caminando entre las tumbas cuando cae la niebla, aunque nadie sabe con certeza su origen, algunos creen que se trata del alma de una antigua habitante del pueblo que espera reencontrarse con un ser querido.
Más allá de las leyendas, el cementerio de Cerinza es un espacio de gran valor cultural y espiritual para la comunidad, durante el Día de los Difuntos, el lugar se llena de flores, velas y oraciones, ya que las familias acuden a visitar a sus seres queridos y a rendirles homenaje, es un momento de recogimiento, pero también de encuentro, donde se comparten recuerdos y se refuerzan los lazos entre generaciones.
El cementerio también es un reflejo de la identidad de Cerinza, un pueblo marcado por la resiliencia de su gente y la fuerte conexión con sus raíces, a pesar del clima frío que lo rodea, este camposanto es un sitio lleno de historia, memorias y la esencia de quienes han sido parte del pueblo a lo largo del tiempo.
Si visitas Cerinza, recorrer su cementerio es una experiencia que te permite conocer otra faceta del pueblo, una que combina el respeto por la historia con el misterio que envuelve a este rincón silencioso en lo alto de la colina.
PAISAJES Y ENTORNOS NATURALES
Cerinza está rodeado de majestuosos paisajes naturales que invitan a la exploración y la conexión con la naturaleza, su ubicación en la zona andina le permite contar con ecosistemas únicos, donde la vegetación de alta montaña y el aire puro crean un ambiente ideal para caminatas, recorridos ecológicos y actividades al aire libre.
Uno de los principales atractivos es el páramo que rodea el pueblo, un ecosistema clave para la conservación del agua en la región, aquí, los frailejones se alzan imponentes entre la niebla, creando una escena mágica y casi surrealista, además, en este páramo habitan diversas especies de aves y pequeños mamíferos que se han adaptado a las condiciones extremas del clima, explorar esta zona permite comprender la importancia de estos ecosistemas y disfrutar de un entorno sereno, ideal para quienes buscan un respiro de la rutina diaria.
Los caminos empedrados que conectan el pueblo con otras veredas y municipios cercanos también forman parte del encanto natural de Cerinza, estas rutas, algunas con siglos de antigüedad, han sido transitadas por generaciones y hoy en día son perfectas para caminatas y recorridos a caballo, a medida que se avanza por estos senderos, es posible admirar paisajes de montañas, ríos cristalinos y campos cultivados que dan testimonio del trabajo agrícola de la comunidad.
El clima frío y la bruma que a menudo cubre el paisaje le otorgan un aire místico y enigmático a la experiencia. Hay quienes afirman que esta sensación hace que la visita a Cerinza se sienta especial, como si se estuviera caminando en un lugar atrapado en el tiempo, donde la naturaleza sigue siendo la protagonista.
Para los amantes del ecoturismo y la aventura, Cerinza ofrece una experiencia única en la que la tranquilidad, el aire puro y la belleza natural se combinan en un escenario de ensueño.
CULTURA EN CERINZA
En Cerinza, los habitantes mantienen vivas algunas tradiciones artesanales, sobre todo la artesanía en lana, muchos habitantes tejen y crean productos como chalecos, bufandas y guantes, aprovechando el clima frío.
Esta artesanía es uno de los recuerdos más buscados por los turistas que visitan el pueblo, además, es común encontrar talleres donde los artesanos trabajan en telares tradicionales, mostrando con orgullo su oficio a los visitantes.
La gastronomía local también refleja la vida rural y fría de Cerinza, pues uno de los platos más comunes es el ajiaco boyacense, una sopa espesa hecha con papas, pollo, guasca y otros ingredientes locales, ideal para combatir el frío.
Además, no puedes dejar de probar el pan de panela o los arequipe y quesos frescos, que son muy populares en la región. En las panaderías del pueblo se pueden encontrar deliciosos amasijos y productos tradicionales que deleitan a quienes los prueban.
Cerinza y sus alrededores ofrecen varias rutas de senderismo, al estar cerca de zonas de páramo, el recorrido es ideal para los amantes de la naturaleza, puedes caminar por el Cerro de la Vieja, uno de los puntos más altos de la zona, desde donde se pueden ver vistas panorámicas de la región, también es un lugar perfecto para observar aves y flora local.
Otra actividad destacada es la visita a los ríos y quebradas cercanas, donde se puede disfrutar de un entorno natural puro y en ocasiones pescar de manera artesanal, los caminos rurales y senderos entre las montañas hacen de Cerinza un destino ideal para quienes buscan desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad y conectarse con la naturaleza.
FESTIVIDADES
El pueblo también celebra diversas festividades a lo largo del año, entre ellas, la fiesta de San Laureano, en honor a su santo patrono, destaca por sus procesiones religiosas, música y danzas tradicionales, durante esta festividad, los visitantes pueden experimentar de cerca las tradiciones culturales del pueblo, uniendo el fervor religioso con la calidez de la gente local, también se realizan ferias donde los artesanos y productores locales exhiben sus productos, permitiendo a los visitantes conocer de primera mano la