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Ubicado en el municipio de Soacha, a tan solo 20 minutos saliendo de Bogotá por el sur, encontramos el Salto del Tequendama, un sitio natural impresionante que contrasta con las historias de terror y tragedia que allí tienen su origen, este lugar místico, adornado con paisajes que por momentos se cubren de niebla y rodeado por una densa vegetación andina, se encuentra en medio del ruido constante del agua que cae 157 metros hasta el fondo del conocido Lago de los Muertos. Este lago ha sido bautizado así debido a la incalculable cantidad de cuerpos que de allí han sido recuperados, convirtiéndose en un lugar de leyendas sombrías y eventos inexplicables.
El Salto del Tequendama no solo es una maravilla natural, sino también un punto de gran importancia histórica y cultural, desde tiempos precolombinos, ha sido considerado sagrado por los muiscas, quienes veían en él una conexión con sus dioses y creían que las aguas poseían propiedades místicas.
Con la llegada de los colonizadores españoles, el lugar comenzó a adquirir una reputación distinta, llena de relatos trágicos y apariciones espectrales.
Hoy en día, el Salto del Tequendama atrae a turistas, investigadores y amantes del misterio, quienes buscan experimentar de cerca su imponente belleza y explorar los secretos ocultos entre la neblina y las ruinas que lo rodean.
Sin embargo, el ambiente cargado de historias de suicidios, fenómenos paranormales y tragedias ha contribuido a su fama como un sitio lleno de energía inexplicable, donde la delgada línea entre la realidad y la leyenda se difumina con cada relato contado por los lugareños.
LA PIEDRA DE LOS SUICIDAS | Salto del Tequendama
ORIGÉN DEL SALTO DEL TEQUENDAMA
La historia del Salto del Tequendama se remonta a épocas precolombinas, cuando los muiscas, la civilización indígena que habitaba la región, consideraban este lugar sagrado, según la leyenda, Bochica, el sabio dios muisca, creó la cascada para drenar las aguas de la sabana de Bogotá y salvar a su pueblo de una gran inundación.
Se dice que antes de la intervención de Bochica, la región estaba completamente cubierta por aguas estancadas que impedían el desarrollo de la vida y la agricultura, Bochica, con su bastón divino, golpeó la roca y abrió un camino para que el agua fluyera hacia lo que hoy conocemos como el río Bogotá, dando origen al majestuoso salto.
Además de su significado mitológico, el Salto del Tequendama tenía una importancia espiritual para los muiscas, se cree que era un sitio de conexión con sus deidades, donde se realizaban rituales sagrados y ofrendas para agradecer la fertilidad de la tierra y la abundancia de agua.
Los chamanes muiscas acudían a este lugar para recibir visiones y mensajes de los dioses, considerando la cascada como un portal entre el mundo terrenal y el espiritual.
Con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, la historia del salto se mezcló con las creencias cristianas, dando origen a leyendas que hablaban de almas en pena y apariciones sobrenaturales en el lugar, desde entonces, su fama ha crecido, atrayendo a viajeros, exploradores e investigadores interesados en su enigmático pasado.
LA PIEDRA DE LOS SUICIDAS Y LA VIRGEN MILAGROSA
El Salto del Tequendama es también hogar de la famosa “Piedra de los Suicidas”, ubicada al costado izquierdo del río, frente a esta piedra se erige una imagen de la Virgen Milagrosa. Algunos dicen que la imagen está allí para marcar el lugar como santo, mientras que otros creen que su propósito es disuadir a los suicidas que se acercan, con la esperanza de que al verla, reconsideren su decisión y vuelvan a empezar su vida.
Se cuenta que la Virgen ha sido testigo de innumerables tragedias a lo largo de los años, algunos visitantes afirman haber sentido una presencia reconfortante al estar cerca de la imagen, mientras que otros aseguran que sus lágrimas han brotado sin explicación aparente.
Pobladores locales relatan que, en algunas ocasiones, se han visto personas arrepentirse en el último momento tras dirigirse a la piedra, lo que refuerza la creencia de que la Virgen posee un poder especial para tocar los corazones de quienes la contemplan.
Con el paso del tiempo, la imagen ha sido restaurada varias veces debido a los daños causados por las inclemencias del clima y la contaminación del lugar.
Sin embargo, sigue siendo un símbolo de fe y esperanza para muchos, convirtiéndose en un punto de referencia para turistas y peregrinos que buscan un momento de reflexión en medio de la trágica historia del salto.
SUICIDIOS EN EL TEQUENDAMA
Seis segundos es lo que tarda en cumplirse la caída al vacío, esta macabra tradición entre los capitalinos, que comenzó hace más de 100 años, sigue ocurriendo hasta el día de hoy, uno de los casos más recientes fue el de un joven de apenas 27 años, Diego Saavedra, quien el domingo 7 de marzo de 2021, después de tomar un bus intermunicipal desde Bogotá y bajarse cerca del Salto del Tequendama, caminó sus últimos pasos hasta la piedra y, sin pensarlo dos veces, se lanzó al vacío.
Otro caso notable es el de María Prieto, quien dejó una carta con las palabras: “Por la ingratitud de mi novio, me confundo en la profundidad del misterioso Salto del Tequendama.” María Prieto, 4 de noviembre de 1935. Estas son historias reales y tristes que nos llevan a preguntarnos qué puede llevar a una persona a tomar tal decisión y por qué no encontraron otra salida.
Las historias del Salto del Tequendama no se limitan solo a los suicidios, muchas de las cosas que suceden en este lugar, en la Piedra de los Suicidas, en la Virgen de los Suicidas, en el antiguo hotel y en el Lago de los Muertos, desafían cualquier explicación lógica.
Tal es el caso de Francisco, un poblador de la zona que una noche, mientras dormía, se despertó al escuchar susurros que le decían “salga a su jardín”. Al salir, se encontró con una mujer que desapareció ante sus ojos. Al día siguiente, esta mujer fue encontrada muerta en el lago.
Se han reportado avistamientos de figuras fantasmales, sonidos inexplicables y sensaciones de frío extremo en ciertas áreas del lugar. Visitantes han asegurado escuchar lamentos y voces que parecen provenir del agua.
ENERGÍAS EN EL SALTO DEL TEQUENDAMA
Este tema está cargado de oscuros misterios, pues se dice que quienes se quitan la vida quedan en un limbo, según algunas creencias religiosas, estas almas están condenadas en la eternidad, sin acceso al cielo y destinadas al infierno.
Hoy en día, personas cercanas al sector llevan la cuenta de la cantidad de suicidas que llegan al lugar, dicen que al menos son cinco o seis al año, una cifra menor comparada con décadas pasadas cuando podían contabilizar fácilmente entre 20 y 30.
El impacto de tantas muertes ha llevado a algunas personas a especular que el lugar está rodeado de energías oscuras que atraen a las personas a cometer estos actos, aquellos que conocen el lugar describen una sensación de pequeñez y vulnerabilidad al estar cerca de la cascada, una energía fuerte que podría ser una de las causas por las cuales las personas se sienten atraídas a saltar.
EL HOTEL DEL SALTO
En las cercanías de la cascada se encuentra el antiguo Hotel del Salto, una estructura que en su época de esplendor fue un lugar de lujo para la élite bogotana.
Sin embargo, con el paso del tiempo y los rumores de suicidios, el hotel cayó en el abandono, alimentando aún más las leyendas de actividad paranormal, actualmente, el hotel ha sido restaurado y convertido en un museo que busca contar la historia del lugar y promover el turismo responsable.
El Salto del Tequendama es, sin duda, un lugar de contrastes, con una belleza natural indescriptible y energías intensas, sus paisajes maravillosos y su historia oscura lo convierten en un sitio único, lleno de misterios y tragedias que continúan fascinando y aterrorizando a quienes se aventuran a conocerlo.
A pesar de su reputación macabra, el lugar sigue atrayendo turistas, investigadores y amantes del misterio. Organizaciones locales han tomado medidas para ofrecer ayuda a quienes llegan con intenciones suicidas, proporcionando información sobre salud mental y apoyo emocional.